Piedras y el negocio de los medicos

       

   Tener piedras en los riñones es una vivencia amarga y difícil. Desde joven, he padecido de piedras pero las he arrojado por la orina fácilmente, pero ya cuando llegas a la edad adulta, se te hace más difícil de soltarlas  Mi experiencia con piedras en los riñones ha sido muy amarga;  no se lo deseo a nadie.
    Recientemente estuve en el hospital por un dolor de riñones. Una vez llegado al hospital, me sacaron rayos X y me encontraron varias piedras: una en el riñón derecho de 5 mm, otra en el riñón izquierdo de 3mm y la más grande, una de 5.5 mm en la vejiga. La cosa es que me recetaron unas medicinas: una para abrir o expandirme por dentro cosa que las piedras tuvieran mayor fluidez al salir y la otra para calmar el dolor. La de darme más fluidez solo me ha hecho sentir como si tuviera fiebre. La otra, la del dolor, me puso grave. Estuve por 3 días con dolor de riñones, dolor de estomago y nauseas. No me remediaron para nada. El remedio fue peor que la enfermedad.

    La cosa es que confirmo una vez más que la medicina en Estados Unidos es un negocio redondo. El tu padecer de una enfermedad es sinónimo de ganancia para los médicos. A veces pienso que es mejor utilizar la medicina natural o la de nuestros abuelos, en vez de, especular con una ciencia que a veces resulta, pero a veces no.